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El miércoles 17 de noviembre, por la tarde, La Liga de Derechos Humanos de Túnez (LDHT) invitó a la prensa y a las organizaciones no gubernamentales (ONG) a lo que terminaría siendo una maratón de desafíos orales explícitos al gobierno de Túnez por su historial en derechos humanos. Mientras los discursos más importantes de los Estados presentes en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) salían en todos los canales de televisión, la revolución estaba a la vuelta de la esquina en otro distrito de Túnez.

El miércoles 17 de noviembre, por la tarde, La Liga de Derechos Humanos de Túnez (LDHT) invitó a la prensa y a las organizaciones no gubernamentales (ONG) a lo que terminaría siendo una maratón de desafíos orales explícitos al gobierno de Túnez por su historial en derechos humanos. Mientras los discursos más importantes de los Estados presentes en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) salían en todos los canales de televisión, la revolución estaba a la vuelta de la esquina en otro distrito de Túnez.

Cerca de 150 personas se hicieron presentes en la sede de la LDHT alrededor de las 5 de la tarde del miércoles, y fueron recibidas por un impresionante panel de militantes de derechos humanos.

La abogada y superestrella de los derechos humanos, Shirin Ebadi, el presidente de la LDHT Mokhtar Trifi, el presidente de la Liga Internacional de Derechos Humanos (www.fidh.org) Sidiki Kaba, Steve Buckley, de la Asociación Mundial de Emisoras de Radios Comunitarias (www.amarc.org), Rikke Jorgensen, del Instituto Danés de Derechos Humanos, y el alcalde de la ciudad de Ginebra, Manuel Tornare, denunciaron uno a uno la atmósfera represiva en Túnez.

Trifi, organizador de la conferencia de prensa, comenzó diciendo: “Nos sentimos sinceramente apenados por nosotros mismos y por ustedes, que acudieron desde tan lejos para participar en la CCSI (la cumbre ciudadana que debía desarrollarse entre el 16 y el 18 de noviembre). Nos vemos ahora obligados a cancelar el evento ya que el gobierno tunecino ha hecho todo lo que estaba a su alcance para bloquearlo”.

Sidiki Kaba agregó que “estamos aquí para expresar nuestra solidaridad total con la LDHT, con todos los y las huelguistas y todos los presos y presas, porque ellos le han dicho no a la censura, que es una realidad. Y ustedes tuvieron la prueba más contundente de esto cuando el presidente de Suiza (Samuel Schmid) fue censurado en vivo, el mismo día de la apertura aquí en Túnez de esta cumbre sobre la información y los derechos a la información”.

“Es inadmisible que la ONU todavía tenga miembros que hostigan o encarcelan a sus ciudadanos y ciudadanas porque los critican en internet. La libertad de manifestar las propias opiniones debe ser respetada. Todos debemos tener la posibilidad de expresar libremente nuestros puntos de vista. Esta es una de las condiciones cruciales para que esta conferencia llegue a buen término…” fueron las últimas palabras que los tunecinos llegaron a escuchar de Schmid en sus televisores, antes de la trasmisión de una propaganda de champú.

Muchos otros oradores esperaban su turno cuando se reanudó el panel. Éste explotó literalmente cuando una parlamentaria italiana, presidenta de la delegación de parlamentarios europeos en la CMSI, Catherine Trautman, y muchos más, se dirigieron a la multitud.

La asamblea se transformó en una mini cumbre ciudadana cuando gente de Suiza, Italia, Canadá y Túnez, entre otros países, se unieron a ella. Una de las últimas oradoras, Sharon K. Hom de Derechos Humanos de China (www.hrichina.org), señaló elocuentemente que “los gobiernos represivos encierran a activistas y periodistas porque tienen miedo de su propio pueblo y de la democracia.” Y terminó diciendo: “Ese miedo no alcanza para vencer el entusiasmo que se ve en esta sala”.

En su segunda y más incisiva intervención hacia el final de la tarde, Shirin Ebadi invitó a todos a un mítin en solidaridad con los huelguistas de hambre tunecinos el jueves por la mañana (17 de noviembre). Siete militantes y periodistas tunecinos de derechos humanos están realizando en este momento una huelga de hambre en el centro de Túnez. Se encuentran en muy mal estado físico tras 29 días de lucha. Sus demandas básicas, entre las cuales: garantías para la libertad de expresión y de asociación, y la liberación de todos los presos políticos, no han encontrado eco en las autoridades del régimen tunecino.

En el momento de escribir esto, cerca de 200 manifestantes están reunidos frente al número 23 de la calle Mokhtar Attia, en Túnez, coreando y cantando canciones de solidaridad y pidiendo a los huelguistas de hambre dentro del edificio lleno de gente que consideren la posibilidad de poner fin a su huelga. El grupo de manifestantes está integrado por delegados y delegadas internacionales que vinieron a participar de la CMSI, en su mayoría de ONG como la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (old.apc.org), Amnistía Internacional, y Periodistas Sin Fronteras (www.rsf.org).

La premio Nobel de la paz, Shirin Ebadi, se hizo presente a las 9:45 en apoyo a esta demostración ad-hoc. Se espera que los huelguistas de hambre den un discurso en la mañana del viernes.

Un grupo de manifestantes también estuvo presente en el aeropuerto Cartago de Túnez, donde Robert Ménard, presidente de Periodistas Sin Fronteras, llegó a las 11 AM en un vuelo de Air France. Se le prohibió la entrada al país, por no tener acreditación oficial. Se espera que tome su vuelo de regreso durante el día y se encuentra confinado dentro del avión.

Mokhtar anunció la cancelación de la Cumbre Ciudadana sobre la Sociedad de la Información.

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