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GEM se dirige a la gente, declaró Sarah Earl, una especialista en evaluación que participó en un taller para mejorar lo que se conoce como Metodología de evaluación de género (GEM). Más que una teoría sobre evaluación, GEM “es una teoría del desarrollo”, comentó Earl, desde Kuala Lumpur, Malasia. Indica “la postura en relación al género, las mujeres y la tecnología, la participación, la igualdad de la mujer y el desarrollo”, agregó la responsable de programas del Centro internacional de investigación para el desarrollo (IDRC, por su sigla en inglés).

Earl y más de 40 activistas del área de TIC procedentes de todo el mundo participaron en el intercambio mundial de capacitación en GEM que se realizó en Kuala Lumpur, Malasia, a fines de julio de 2007. Los y las participantes incrementaron sus conocimientos en facilitación y evaluación, y ofrecieron insumos para las adaptaciones futuras de esta metodología de evaluación diseñada inicialmente por el Programa de apoyo a las redes de mujeres (PARM) de la Asociación para el progreso de las comunicaciones (APC) en 2001.

Las raíces puestas en la realidad

Parte del ímpetu para desarrollar GEM surgió al descubrir que no se podía evaluar o entender correctamente el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Los modelos de evaluación “simplemente no respondían al objetivo y la realidad que tenía el PARM de APC en relación al uso de internet para la transformación social”, reflexionó Chat Garcia Ramilo, coordinadora mundial del programa de mujeres de APC, en la reunión de Malasia.

El énfasis de GEM está puesto en el aprendizaje a través de la práctica y durante la primera fase de desarrollo de la metodología se incorporaron a la herramienta las lecciones adquiridas al evaluar una variedad de escenarios posibles de internet para el desarrollo.

Esa experiencia es lo que distingue a GEM de otras metodologías de evaluación, explicó Earl, y no sólo el hecho de tener el foco puesto en el género y las TIC. “Desde su concepción está orientado al uso. Eso no es lo habitual. Fue desarrollada en base a la experiencia y el trabajo en red del Sur. La gran mayoría del trabajo de evaluación proviene de agencias donantes y organizaciones académicas”, explicó.

Como defensora de la evaluación orientada al uso, Earl alentó a los y las participantes a elegir la metodología de evaluación que mejor informara sus proyectos y acciones, así como la toma de decisiones.

Es tan importante concentrarse en cómo y quién usará las evaluaciones como establecer consideraciones sobre el uso durante el proceso mismo de evaluación, destacó. Por ejemplo, en el proceso de recolección de datos, los evaluadores y evaluadoras pueden aprender a usar un organizador digital o adquirir conocimientos de edición de audio.

Según Angela Kuga Thas, desarrolladora y evaluadora experimentada de GEM, esta es una herramienta diferente de las demás porque se trata de una metodología que no sólo analiza el ciclo de un proyecto desde una perspectiva evaluadora. “Le pide al/a usuario/a que se pregunte seriamente qué cambios ha generado el proyecto de tipo TIC para mejorar las relaciones de poder entre géneros”, explicó.

¿Demasiado contexto, demasiada información?

Las percepciones de Earl encendieron un enérgico debate durante el intercambio, sobre todo porque existen varias críticas respecto de GEM.

GEM se basa sobre todo en información cualitativa. Por ejemplo, propone la narración de historias como método de recolección de datos. “Cuando se hacen bien las entrevistas cualitativas, pueden constituir una experiencia fuerte y ser la continuación del proceso de empoderamiento”, comentó Earl.

Los defensores y defensoras del género suelen sentir que la profundidad que ofrecen las metodologías cualitativas es la única manera de entender bien las dimensiones de género, las percepciones y las creencias de las personas. Pero los insumos cuantitativos tales como la información discriminada por sexos también son valiosos.

Un ejercicio realizado durante el intercambio mostró la fuerte preferencia de los y las participantes por una investigación “constructivista”. La sala de conferencias casi se reclina cuando capacitadores y capacitadoras, académicos y académicas, y responsables de la formulación de políticas en el área de TIC se unieron en el “lado constructivista” y optaron por métodos tales como el estudio de casos, entrevistas cualitativas y análisis de contexto específicos que tienen en cuenta la diversidad.

En el “lado positivista” de la sala escaseaba la gente, con el énfasis puesto en el análisis estadístico, los grupos de control y una perspectiva objetiva. Los y las participantes parecieron estar de acuerdo en que un enfoque positivo puede brindar más generalizaciones para la toma de decisiones políticas, pero ofrecería una perspectiva insuficiente para la transformación del proyecto.

Los hallazgos de GEM tienen poco apoyo entre los fanáticos de los números. La clave está en ser transparente en cuanto a las tendencias de cada uno/a y reconocer que no todos/as adoptarán el mismo enfoque, sostuvieron los y las participantes.

Las metodologías de evaluación deben elegirse en base al uso que se les dará, pero también de acuerdo a su factibilidad, y la realización de estudios a gran escala está fuera de alcance para el presupuesto de muchas iniciativas de las organizaciones sin fines de lucro.

El PARM de APC nunca consideró que GEM fuera un libro de recetas para armar un proyecto con perspectiva de género, o generar cambios políticos, ya que el énfasis está puesto en la individualidad de cada persona y cada contexto en el que se implementan proyectos de TIC. Kuga Thas no podía estar más de acuerdo: “Quiero una metodología de evaluación que me ayude a saber qué preguntar y cómo encontrar respuestas, pero que, a la vez, no interprete esas respuestas”.

Sintonizar, simplificar, adaptar

El intercambio mundial de capacitadores y capacitadoras marca el comienzo de una segunda etapa de desarrollo de GEM, con adaptaciones en cuatro escenarios específicos de TIC: proyectos de TIC en zonas rurales, telecentros, esfuerzos de traducción de software a lenguas locales, e iniciativas de políticas de TIC a nivel nacional.

El intercambio y la investigación que le seguirá apuntan a facilitar el uso de GEM en  diversos escenarios de TIC, ya sea que el proyecto consista en llevar adelante telecentros móviles en el mercado de India, iniciativas de audio para chicas de la zona rural de Sudáfrica, o diseñar software en Camboya.

Algunos evaluadores y evaluadoras sostuvieron que GEM es demasiado conceptual, comentó Kuga Thas que, como coordinadora de investigación de la herramienta, está a cargo de su adaptación a nuevos escenarios.

Hay que hacer que “la herramienta sea más fácil de usar”, recomendó Joyce Endeley, profesora asociada de la Universidad de Buea, en Camerún. Endseley les presenta a sus estudiantes un abanico de herramientas para que puedan elegir lo más acorde al proyecto que tengan para su graduación. Según la profesora, el proceso de adaptación constituye también una manera de ajustar análisis de género y TIC de GEM. Dado que la tecnología se va transformando tan velozmente, GEM tiene que “calar más hondo”, insistió.

Los evaluadores y evaluadoras de GEM cuentan con un nuevo espacio en línea – llamado Zona GEM, luego de un intenso debate – para seguir con las discusiones y acompañarse mutuamente en las evaluaciones.

El próximo paso de GEM es desarrollar guías para facilitadores y facilitadoras en cada área temática. Una vez terminada la investigación (2008-2009), las adaptaciones de GEM tales como la herramienta actual, estarán disponibles en línea, en forma gratuita.

Sara Earl en el intercambio de GEM. Foto: APC.

Autor: —- (Erika Smith)

Contacto: communications@apc.org

Fuente: PARM de APC

Fecha: 20/08/2007

Localidad: CUERNAVACA, México

Categoría: Mujeres e TIC

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