Los cibercafés están en plena decadencia en Senegal. Ya casi no se consiguen esos puntos de acceso al conocimiento y la comunicación que no hace tanto había en cada esquina en Dakar, abiertos día y noche. Gracias al desarrollo de infraestructura y banda ancha que llevó a cabo el incumbente, Sonatel, el alto costo de internet bajó muy rápido de 1.000 XOF (2,15 USD) o 1.500 (3,25 USD) a 300 XOF (0,65 USD), o 200 (0,43 USD) por hora, lo que ha permitido que mucha más gente, desde estudiantes y vendedores/as ambulantes, hasta consultores privados, naveguen la web desde sus hogares (en caso de quienes pueden pagarlo), o en cualquier otro lado a un precio relativamente accesible. Sin embargo, los cibercafés y los proveedores de servicios de internet empezaron súbitamente a cerrar sus locales, porque el mercado ya no está floreciente. Un mercado saturado de cibercafés significa que son menos las empresas capaces de sobrevivir a la crisis del sector.
La llegada de ADSL, las ofertas promocionales lanzadas por el incumbente y la política de precios establecida le han permitido a Sonatel recabar muy buenos ingresos, mientras los dueños y dueñas de los cibercafés apenas perciben algún rédito después de pagarle a Sonatel y cubrir otros costos operativos, como el alquiler, la electricidad, los equipos y el personal. Si bien los precios bajaron, siguen siendo altos si se los compara con el ingreso mensual promedio de la mayoría de la población. En respuesta a esta situación, apareció un nuevo operador: Expresso. Su director general, Emmanuel Hamez, prometió bajar el costo del teléfono e internet, pero dos años después de que Expresso consiguiera una licencia general de operaciones, los precios siguen dependiendo del monopolio de Sonatel.
En lo que se trata de TIC en general, las realizadas en Senegal en la década del 90 funcionaron relativamente bien y el costo de los servicios de telecomunicaciones son moderados en comparación con otros países de África, como Uganda, Kenya y Sudáfrica, donde los precios son aún más elevados. Los servicios mismos son de una calidad relativamente buena. A más de 10 años de las reformas y la liberalización del mercado, el sector está realizando muchos progresos, al menos en la superficie. Así que ¿cuál es el problema?
El problema está en la naturaleza anticompetitiva del estado de situación actual del sector de las telecomunicaciones: se trata de un monopolio estatal. El poder del ente regulador de las telecomunicaciones en Senegal, ARTP, es limitado porque el operador estatal Sonatel tiene el monopolio del mercado. El Estado todavía posee la mayor parte de las acciones y, si bien durante un tiempo trató de vender una pequeña fracción de las mismas, sigue dominando el mercado de las telecomunicaciones. Dado que Sonatel, como operador incumbente, controla la infraestructura básica, parecería que todo proyecto de telecomunicaciones de Senegal debe pasar por el ente, lo que genera una situación de falsa competencia, a pesar de la presencia de tres operadores de telefonía móvil (Orange, Tigo y Expresso). Esta falta de competencia real tiene un impacto sobre el público, que sigue esperando precios asequibles para la telefonía fija y los servicios de internet, especialmente en las zonas rurales. Sonatel sigue controlando casi por completo esos segmentos del mercado y su monopolio aún está lejos de terminarse. Dado que la posición del incumbente es tan extremadamente dominante, uno se pregunta qué hará falta para ponerle fin a esa situación.
Expresso: se rompe la promesa de competencia
La llegada, en 2008, de un nuevo operador de telecomunicaciones mundiales llamado Expresso creó expectativas sobre el fin del monopolio de Sonatel. Pero en lugar de ofrecer una verdadera competencia en el sector de la telefonía fija, el segmento de mercado de las llamadas de larga distancia, o internet, donde hace mucha falta, Expresso se sumergió rápidamente en el mercado de la telefonía móvil, con el pretexto de que ese es el servicio más usado y solicitado por el público. Si bien por supuesto existe una gran demanda de telefonía celular, ya hay otros dos operadores en ese segmento y lo que realmente quiere la gente son precios más competitivos en otros servicios. Mientras tanto, Sonatel sigue siendo el único operador a cargo de la alta demanda de telefonía fija, comunicación de larga distancia internacional e internet.
Según Jacques Iyok, consultor en comunicación y presidente del comité de comunicación e incidencia de GOREeTIC, “El público senegalés, que creyó que se terminaría el monopolio con la llegada de Expresso y la liberalización de los servicios de telecomunicaciones, se decepcionó rápidamente. Los operadores alternativos siguen sin poder ofrecer sus servicios y ninguna otra empresa puede brindar acceso público a la red a través de tecnologías inalámbricas, satelitales o radiales, en el bucle local (RLL). Se habla de competencia en los documentos, pero en la práctica sucede otra cosa. Los pequeños proveedores de servicios de internet no pueden ofrecer tarifas competitivas y se ven obligados a aceptar las condiciones tarifarias que impone el operador incumbente. Se ha prohibido el uso público de todas las tecnologías alternativas más baratas, como la Voz sobre protocolo de internet (VoIP), WiMAX y conexiones inalámbricas.”
Mucha gente opina que, a pesar de las innovaciones tecnológicas y la gradual introducción de sus servicios, Expresso ha hecho una entrada bastante tímida al mercado de telecomunicacones de Senegal, agrega Iyok, a pesar de que el mercado está pronto para recibir ofertas de servicios más modernos a precios competitivos. “La telefonía fija y los servicios de internet son territorios vírgenes en Senegal y el público espera que Expresso ingrese en esos segmentos. Esto generaría una competencia más fuerte en el mercado y liberaría a los consumidores y consumidoras del monopolio dañino de Sonatel.” La lentitud con que Expresso ha lanzado sus operaciones en estos segmentos se podría considerar una forma de complicidad entre los operadores y, por supuesto, quienes tienen que pagar el precio son los consumidores que esperan pacientemente. ARTP, en su rol de protector de las telecomunicaciones, haría bien en acelerar el proceso, ya que apunta a servir un interés público.
Un mal árbitro hace un mal partido
La separación funcional de la gestión y comercialización de los servicios podría servir para reducir los precios. Dado que Tigo y Expresso dependen de los precios fijados por Sonatel, es esta empresa la que determina la conducta de los otros operadores que también buscan generar sus propios réditos, y es esta dependencia la que termina por eliminar la competencia. La independencia total del regulador respecto del incumbente ayudaría a remediar el conflicto de intereses.
El economista Moubarak Lô cree que ARTP debería obligar a los operadores a jugar “limpiamente” y presionar a Sonatel para que baje los precios. Dado que Tigo y Expresso no pueden ofrecer precios más reducidos que las tarifas fijadas por Sonatel, la reducción de los precios para los usuarios y usuarias finales dependerá de los precios de interconexión propuestos por Sonatel y aprobados por ARTP.
Pero el poder no se encuentra solo en manos de ARTP. También se necesita una política de TIC coherente a fin de reducir los precios y mejorar la infraestructura, subrayó Iyok. “Senegal necesita una estrategia nacional de TIC, cosa que todavía no existe. ARTP propuso un documento que se considera casi una política nacional, pero que aún no ha sido aprobado.” ARTP, que representa al Estado y debería fomentar el desarrollo del sector de las TIC, ha ido promoviendo muy lentamente las políticas que podrían motivar dicho desarrollo.
Ausencia de grupos de interés
El gobierno de Senegal parece reconocer el valor de las TIC para el progreso económico del país. Creó la Agencia estatal de informática (ADIE, por su sigla en inglés), cuyo mandato consiste en incrementar la disponibilidad y el uso de las TIC en las agencias del gobierno. ADIE promovió la adopción de cuatro leyes que catapultaron al país hacia la sociedad de la información: una ley con los lineamientos generales para la sociedad de la información en Senegal, con un borrador de la legislación actual relativas a las TIC; una ley sobre ciberdelitos; otra sobre la protección de información personal; y otra sobre transacciones electrónicas. Pero sigue siendo urgente colocar a las TIC en el corazón del desarrollo económico del país. En el marco de la Estrategia de crecimiento acelerado que desarrolló el gobierno, las TIC se definen como un componente importante para el desarrollo en pos de cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Pero aún queda por ver cómo se llevará esto a la práctica.
La falta de motivación en el sector de las TIC ha generado una situación en la que Senegal parece estar estancado a pesar de los éxitos iniciales en el área, que fueron ampliamente reconocidos: los y las recién egresados de la universidad tienen dificultades para encontrar empleo y no existen estructuras especializadas para financiar proyectos de TIC.
Hoy, ante la crisis financiera mundial, muchas empresas que antes contrataban servicios de TIC están cancelando sus contratos, lo que ha llevado a muchos proveedores de servicios a cerrar porque no alcanzan a cubrir sus costos. Por lo tanto, el cierre de los cibercafés es apenas el síntoma de un problema mucho más grave. Senegal tendrá que transitar un camino muy largo todavía en lo que se refiere a reforma del sector de las TIC y las telecomunicaciones, a pesar de algunos éxitos impresionantes registrados en este ámbito clave tanto a nivel de la economía nacional, como la regional y la global.
Nota : este artículo fue escrito en el marco del proyecto Comunicación para la influencia en África Central, Oriental y Occidental-, con el fin de promover la incidencia porun acceso a las TIC para todos y todas. CICEWA busca definir los obstáculos políticos que impiden un acceso asequible a la infraestructura de las TIC en África y exigir su eliminación, con el objetivo de crear una plataforma sólida para la conectividad subregional en África Oriental, Occidental y Central.
Fotos de Leo Reynolds y cfarivar. Licencia: Creative Commons 2.0.