Una de las discusiones que se está dando en el marco del Foro de Gobernanza de Internet tiene que ver con la delgada línea roja que pareciera existir entre el respeto a la libertad de expresión y la seguridad y lucha contra el terrorismo.
Una de las discusiones que se está dando en el marco del Foro de Gobernanza de Internet tiene que ver con la delgada línea roja que pareciera existir entre el respeto a la libertad de expresión y la seguridad y lucha contra el terrorismo. En el panel sobre “Libertad de expresión como tema de seguridad”, el debate dejó abierta la sensación de que sería mejor que los gobiernos no nos protegieran tanto, si es que esa protección se convierte en violación de derechos humanos consagrados universalmente.
“¿Por qué nos espían los gobiernos? Lo hacen con la idea de protegernos del terrorismo, pero podrían terminar violando derechos humanos fundamentales”, señaló uno de los panelistas. En la Unión Europea este ha sido un tema de mucha discusión en los últimos años y es por eso que se han aprobado varios acuerdos con lineamientos y recomendaciones en torno al ejercicio de la libertad de expresión “en tiempos de terrorismo”. Un representante del Consejo de Europa aclaró que estos lineamientos tienen como objetivo lograr que libertad de expresión sea respetada por los estados aún en la lucha contra el terrorismo. Explicó que las recomendaciones establecen que no deberán haber restricciones salvo que sean estrictamente necesarias, y se tendrán que respetar la vida privada de las personas, la seguridad personal, la no intervención en los derechos del periodismo, con protección de sus fuentes de información y garantizando la circulación de la información por cualquier medio, incluso internet.
Pero es cierto también que las organizaciones que monitorean el ejercicio de la libertad de expresión en el mundo, llevan contabilizados 36 países que restringen seriamente el funcionamiento de internet y de otras herramientas de comunicación electrónica. Agregan a esta lista otros 24 países que utilizan filtros para la información a la cual pueden acceder sus ciudadanos y otro tipo de dispositivos técnicos que permiten monitorear los usos de internet por parte de los usuarios. Estas organizaciones apuntan al hecho de que la imposibilidad de ejercer la libertad de expresión, intercambiando información tiene también una consecuencia negativa en materia de creación de conocimientos y de circulación de estos conocimientos, con resultados que afectan finalmente el desarrollo económico, la productividad y la innovación.
“¿Acaso internet le quita poder a los gobiernos?”, se preguntó un representante del Consejo de Europa. “Por el contrario, los enriquece”, afirmó. Parte de esta riqueza está en el debate multisectorial, en el cual gobiernos, empresas privadas y sociedad civil se han embarcado para lograr un marco de gobernanza de internet que vaya más allá de los aspectos técnicos y tenga en cuenta principios en común para dar respuestas a los múltiples desafíos y oportunidades que ofrece el desarrollo actual de las comunicaciones en internet.
Esta segunda reunión del Foro de Gobernanza de Internet se desarrolla en Río de Janeiro, del 12 al 15 de noviembre de 2007. La primer reunión se celebró en Atenas, en octubre de 2006. El FGI fue convocado por Naciones Unidas en cumplimiento del mandato recibido por los acuerdos surgidos de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Informacion (Túnez, 2005)