El alto costo de la telefonía y los servicios técnicos constituye uno de los principales obstáculos del acceso de las mujeres que trabajan contra la violencia en Asia central a las TIC, junto con las diferencias de lengua, la falta de capacitación y los estereotipos de género respecto del uso de la tecnología. Tales impedimentos fueron los que alentaron al Centro de Crisis Podrugi a convertirse en pionero en la combinación de TIC para luchar contra la violencia de género. “Las mujeres de Podrugi decidieron que, si querían que hubiera algún cambio en la situación, tendrían que hacerlo ellas mismas”, comentó Katerina (Kaca) Fialova, del Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres de APC, luego de su última visita a Kazajstán para prestar apoyo al trabajo de Podrugi.
En Kazajstán, la champaña puede ser más barata que el agua envasada, pero el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) también es caro. Una línea telefónica cuesta 120 dólares por mes, aunque el salario promedio es de 150 dólares mensuales. Los miembros del Centro de Crisis Podrugi, la primera organización de lucha contra la violencia doméstica de Almaty, se sienten “afortunados y afortunadas” por el simple hecho de contar con una línea, que por ser digital es más estable, mientras que las demás organizaciones asociadas de lucha contra la violencia sólo tienen líneas analógicas.
El alto costo de la telefonía y los servicios técnicos constituye el principal obstáculo que tienen las mujeres que trabajan contra la violencia en Asia central para acceder a las TIC, seguido por las diferencias de lengua, la falta de capacitación y los estereotipos de género respecto del uso de la tecnología. Sin embargo, estos impedimentos fueron los que alentaron a Podrugi a convertirse en pionera en la combinación de TIC en su lucha contra la violencia de género. “Decidieron que, si querían que hubiera algún cambio en la situación, tendrían que hacerlo ellos mismos”, comentó Katerina (Kaca) Fialova, del Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres (PARM) de APC, luego de su última visita a Kazajstán para prestar apoyo al trabajo de Podrugi con TIC.
Podrugi fue uno de los 10 ganadores del Seed Grant and Small Innovative Projects Fund (SGSIP, Premio y fondo para pequeños proyectos innovadores) de la Alianza para el Conocimiento Global (Global Knowledge Partnership, GKP) en 2004. Su proyecto consiste en introducir las TIC en el trabajo de su Centro de Crisis, con especial atención en la participación de la juventud. A raíz del premio, Podrugi logró lanzar un sitio web y ha planificado foros y conferencias en línea, además de aprendizaje a distancia para eliminar la violencia contra la mujer. GKP le pidió al PARM de APC que acompañara a varias iniciativas del premio como consultor de género y TIC, usando la herramienta del PARM conocida como GEM (“Metodología de Evaluación de Genero para TIC”).
Aunque las autoridades de Kazajstán suelen negarlo totalmente ante la opinión pública, la violencia contra la mujer es un problema nacional grave: el año pasado murieron 540 mujeres por abuso de sus maridos. El personal del Centro dice que los niños y niñas en edad escolar no entienden el concepto de violencia doméstica, a pesar de experimentarla en sus hogares. La opinión pública pregunta por qué las “peleas del hogar” deben figurar en la legislación. El Centro de Crisis Podrugi trabaja duro para ofrecerle soluciones y apoyo a las mujeres, al igual que a los niños y niñas. Podrugi fue fundado por su directora, Nadezhda Gladyr, hace ocho años, y ha ayudado a crear varios centros en todo el país que trabajan juntos en la Unión de Centros de Crisis de Kazajstán. La organización se encarga de la única línea de ayuda de todo Almaty, donde vive un millón y medio de ciudadanos. La línea de ayuda se usa también para el trabajo con TIC.
Acceso a las TIC
El obstáculo para la adopción de TIC no es sólo el precio exorbitante de las líneas telefónicas y los servicios técnicos, sino el hecho de que, muchas veces, ni siquiera existen tales servicios. El personal de Podrugi se dio cuenta de que era más fácil capacitarse para producir publicaciones que pagar el alto costo de los servicios tipográficos y decidió aplicar la lección aprendida a las TIC. Conscientes de su carencia de conocimientos en el área de TIC, piensan capacitarse para formar luego a sus organizaciones miembro.
La lengua tiene un rol importante en la lista de impedimentos que tienen Podrugi y otros centros para el uso de TIC. Existe poco material de capacitación en TIC en idioma ruso y el personal no sabía nada de la existencia de distintos tipos de software para facilitar su trabajo –y menos aún, que se trata de software libre. Kaca comentó: “En Almaty entendí por fin el grado de aislamiento que puede generar el idioma. Realmente necesitaban cualquier recurso relacionado con género y TIC en ruso. Quieren adquirir conocimiento y capacitarse en género y TIC, pero no saben bien dónde buscar información”. El personal de Podrugi estaba dispuesto a aprender sobre todos los aspectos de TIC: cómo facilitar debates en línea; cómo promover su sitio web; TIC y relaciones públicas; y cómo se usan las TIC –sitios web, juegos, teléfonos móviles- para encarar el problema de la violencia entre los y las jóvenes.
El plan de Podrugi es preparar lineamientos simples para que sus socios y quienes visitan el sitio aprendan a usar el chat (o foros en línea). También se proponen llevar adelante talleres de TIC para sus socios de las regiones con las cuales necesitan comunicarse regularmente y con las que el teléfono o la comunicación cara a cara resultan demasiado costosos.
Metodología de Evaluación de Género para TIC
La Metodología de Evaluación de Género (GEM) para iniciativas de TIC y evaluación de dichas tecnologías es una innovadora herramienta de análisis desarrollada por el PARM de APC para quienes trabajan en las áreas de igualdad de género y empoderamiento de la mujer en TIC. Se puede utilizar como herramienta de evaluación y de planificación.
El estilo del Centro de Crisis Podrugi en el momento de actuar quedó claro cuando Kaca visitó la organización a principios de febrero y vio que el personal de Podrugi no sólo ya había empezado a preparar planes de evaluación mediante el uso de GEM en su proyecto para GKP, sino que una de las integrantes del equipo, Irina, había traducido todo el kit de GEM al ruso. Irina ha sido muy generosa al ofrecer la traducción para compartir con los demás miembros de la comunidad de género y TIC, que pronto estará disponible en el sitio web de GEM.
Surgieron varios temas de género y TIC cuando Podrugi empezó a utilizar la herramienta GEM, pero el énfasis estuvo puesto en la tecnofobia, la privacidad y la seguridad. La tecnofobia ha influido sobre la participación en conferencias en línea, ya que buena parte del personal de los centros de crisis de Kazajstán son mujeres. Las chicas creen que los cybercafés son “territorio de chicos” y tienen un acceso limitado a las herramientas de TIC.
La privacidad y la seguridad, junto con las TIC, también han sido un problema para el personal de Podrugi. Los y las integrantes del equipo compararon la seguridad de diversos tipos de comunicaciones tales como teléfonos, internet y comunicación cara a cara.
La edad y el género pueden influir sobre la posibilidad de las personas para informar o pedir ayuda en situaciones de violencia doméstica. Los chicos y chicas víctimas de violencia familiar prefieren entrar en contacto con sus madres o sus amigos y amigas, en general porque no saben que existe ayuda profesional. Sin embargo, en términos de seguridad, lo mejor es pedir ayuda profesional en los centros de crisis cuando el agresor forma parte del entorno inmediato del afectado o afectada.
“Podrugi ha notado que los varones llaman con mucha menor frecuencia que las chicas y se supone que eso se debe, en parte, a que les da vergüenza hablar con el personal femenino de la hotline”, relata Kaca. “Podrugi espera que el anonimato que supone internet a la hora de informar sobre casos de violencia lleve a más varones a pedir ayuda”.
El personal del centro está dispuesto a incorporar conocimientos de evaluación a su práctica de TIC, según se propone en GEM, así como a compartir los resultados con los socios y los y las jóvenes que participan en sus talleres de capacitación y en los foros en línea.
Podrugi entiende que las TIC son una nueva dirección prioritaria que la organización debe tomar en la lucha contra la violencia de género. No resulta sorprendente que una organización cuya iniciativa y agallas sirvieron para echar luz sobre la violencia doméstica en Kazajstán hace ocho años esté ahora dispuesta a adoptar las TIC para eliminarla.
