El profesor Paolo Mancini de la Universidad de Perugia, Italia, presentó en el Congreso Mundial de Comunicación para el Desarrollo su contribución al debate buscando desmontar la adopción de algunos conceptos a priori.
El profesor Paolo Mancini de la Universidad de Perugia, Italia, presentó esta tarde su contribución al debate buscando desmontar la adopción de algunos conceptos a priori. Para él la simplificación en relación a los conceptos llevaría a una generalización banalizadora. De acuerdo con él estamos tratando de la independencia de los medios de comunicación con la presuposición de la existencia de un solo modelo de medios disponible. Un modelo que se dice independiente y es completamente dependiente de los intereses comerciales de los propietarios de los medios. Entonces, ¿de qué independencia estamos hablando? Las reglas y los marcos legales son diferentes incluso en Europa: la realidad italiana en el trato de los medios es muy diferente a la de otras partes del planeta y no podemos trabajar en un debate de comunicación para el desarrollo a partir de una sola posición, sobre la cual no existe consenso, para la exportación de modelos.
La independencia en relación a los donantes y al estado debe ser tratada del mismo modo que la dependencia en relación a los intereses comerciales de los conglomerados mediáticos. Se trata, por lo tanto, de reafirmar la necesidad de la pluralidad, la importancia de los medios alternativos y la formación de periodistas realmente independientes y capaces de presentar sus puntos de vista con respecto a los problemas a los cuales se dedican.
La profesora peruana Rosa Maria Alfaro presentó comentarios en la mesa “Construyendo sistemas de medios: impulsando un cuarto poder efectivo”, donde trajo a la discusión la necesidad de adoptar códigos de ética en los medios de comunicación, construidos por alianzas entre entidades representativas de periodistas y propietarios de medios de comunicación.
Comentó también un fenómeno interesante que está ocurriendo en América Latina son los Observatorios de medios, que vienen contribuyendo de manera decisiva en la formulación de una política de responsabilidad social en las empresas de comunicación. No encontré representantes de estos observatorios en el Congreso Mundial de Comunicación para el Desarrollo, como tampoco encontré vestigios en la agenda del derecho a la comunicación. Finalmente, la agenda de los donantes se mantiene muy distante (tal vez nunca lo estuvo tanto) de las agendas de las entidades de la sociedad civil.