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En este blog Frédéric Dubois relata los pormenores de “un panel colorido y bastante radical en el contexto de un evento [Highway Africa] donde solo 15 de los y las 55 panelistas invitados eran mujeres”. El tema de discusión: las mujeres y los medios africanos. Condiciones laborales sexistas, la presencia de las mujeres en las noticias y la imagen que se proyecta de ellas fueron algunos de los temas discutidos.

[Traducción sin editar] Kristin Palitza, de Agenda Magazine, presidió un panel de discusión sobre género y medios hoy en día, que se realizó el 11 de septiembre de 2007 en Grahamstown, Sudáfrica.

A diferencia de la mayoría de los demás paneles de Highway Africa, éste reunió a tres mujeres y ningún hombre. Un error, según algunos y algunas participantes, pero sin duda, fue un panel colorido y bastante radical en el contexto de un evento donde solo 15 de los y las 55 panelistas invitados/as, eran mujeres.

Kubi Rama, del Centro de género y medios de Sudáfrica (GEMSA, por su sigla en inglés) – una conferencista experimentada, como pudieron notar las 200 personas que participaron del panel, se sacó los guantes de seda apenas se le pidió su visión sobre el lugar que ocupan las mujeres en el paisaje mediático de Sudáfrica.

“Se trata de un techo de vidrio”, dijo, refiriéndose claramente al modo en que se integran las mujeres a los medios y cómo éstos representan a su público. Las preguntas de Palitza fueron: “¿quién recibe ascensos?”, “¿quién gana más?”, “¿quién habla?” y “¿quiénes son los fabricantes de noticias?”. La respuesta, como era de imaginar, fue “los hombres”.

“Es un techo de vidrio en dos sentidos. Primero, en cuanto a la desventaja que tiene la mujer en el ambiente laboral; y segundo, en cuanto al contenido de los medios”, explicó Rama. Por primera vez, subrayó las frecuentes diferencias de ingresos, a pesar de que actualmente, hay más mujeres que hombres estudiando periodismo. Un estudio sobre género y medios revela que 18% de las fuentes de noticias sudafricanas son mujeres. “Si damos vuelta este dato, resulta que 82% de dichas fuentes son hombres!”, señaló.

Rama insistió también en el hecho de que el ambiente de la prensa no suele ser muy favorable a la familia. Cuando una mujer se embaraza, por ejemplo, ¿tendrán los directores de los medios la sensibilidad suficiente como para garantizar que siga trabajando luego de su licencia maternal?

Los medios como clubes de hombres

Desde Nigeria, Rosemary Okelo Orale fue la encargada de hablar después de Rama y dijo que “la promoción en los medios se da como en los clubes de “old boys”. Las mujeres nunca son convocadas para cubrir los temas clásicos del periodismo”. Se refería a la sección de economía, por ejemplo, o a la de política.

“El modo en que se presentan las noticias y se analizan las historias sería sin duda diferente si hubiera mujeres en los medios”, sostuvo la segunda panelista.

La periodista independiente del área de TIC, Brenda Zulu, de Zambia, sostuvo que “los grandes son los que hacen las grandes noticias”. La realidad, en buena parte de África, es que los grandes son hombres. Y eso se refleja en los medios, insistió Zulu.

Cuando se le preguntó sobre su experiencia, dijo que “como periodista, siento que tengo la libertad de cubrir lo que se me antoje. Pero tenemos que adoptar un enfoque sensible al género. Hay que trabajar el doble para hacerse notar”.

Políticas de género en la sala de redacción

Okelo Orale volvió a aportar su grano de arena a las soluciones que hay que adoptar para hacerle espacio a los temas de género. “Una política adecuada en cuanto a tener notas con una dimensión de género debería promover el hecho de que las cuestiones de género tienen que ver con todo el mundo, no sólo con las mujeres”, sostuvo. Hay que contar con políticas de contratación, de recolección de notas (igual que de quiénes son los y las entrevistados/as) y de quién escribe las notas, insistió la periodista nigeriana.

Rama estuvo de acuerdo y agregó: “La única industria que no tiene una carta es la de los medios. Tendría que haber medidas en funcionamiento. Le exigimos eso al gobierno, la industria minera, pero no nos lo exigimos a nosotros/as mismos/as. Nuestro objetivo es que, para 2010, 80% de las salas de redacción de Sudáfrica cuenten con políticas de VIH/sida y de género”.

La sesión de Q&A que tuvo lugar a continuación en el auditorio rojo de uno de los principales edificios de la Universidad de Rodas fue una importante contribución a los diversos puntos tocados por Rama, Zulu y la panelista nigeriana.

Hubo quiénes insistieron en que las presiones comerciales y el hecho de que los propietarios de los medios más conocidos sean hombres también colaboran a crear un techo de vidrio, mientras que otros y otras participantes expresaron su inquietud en cuanto al voyeurismo que ha invadido y cunde actualmente como tendencia periodística. Esto vuelve a dirigir la atención hacia el público que, según algunos y algunas, debería ser más crítico.

En relación a este punto, Rama opinó que “así como se aprende a leer y escribir, la gente tiene que aprender a leer prensa y a obligarla a hacerse responsable. Eso es lo que ayudará a que progrese el periodismo y la diversidad de los medios”.

Esta presentación disparó algunas ideas sobre el techo de vidrio de los medios. Pero el cambio tiene que empezar aquí, en Highway Africa. Aunque recibe críticas año tras año, esta conferencia de medios y periodismo sigue siendo poco representativa de las mujeres. 

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